Ordenando la realidad

Ordenando la Realidad es una dinámica de trabajo en equipo en la que tenemos que agudizar nuestra inteligencia visual y espacial compartida.

Más allá de la habilidad para imaginarse el dibujo sin haberlo visto y de recolocar sus piezas desordenadas o fuera de lugar, podemos hacer una metáfora acerca de lo que significa percibir todo tipo de realidad desordenada, tanto interior como exterior, y sacar nuestras conclusiones: ¿Y si el dibujo fuese un conflicto, un proyecto, una empresa o una ciudad?

Se trata de una dinámica que plantea un gran reto de equipo, y que por tanto va a ser capaz de movilizar nuestras competencias para la colaboración con otros: ¿Nos dividiremos el trabajo? ¿Plantearemos una estrategia? ¿Usaremos la tecnología disponible? ¿Alguien tomará el mando? La reflexión está servida y el aprendizaje también.

El facilitador/a, previamente preparará la imagen desordenada en power-point (se facilita este power-point con la dinámica) programando los cambios de casillas en la misma con una plantilla, que a su vez será la plantilla de solución final para comprobar si coincide con las percepciones y averiguaciones de los equipos. La imagen desordenada se prepara arrastrando los trozos de la misma con el ratón.

Esta imagen desordenada se proyectará en una pantalla o pared blanca durante toda la actividad, de modo que la puedan ver todos los equipos. Podría facilitarles también la imagen impresa a cada equipo, si bien, la dificultad es mayor si la ven en pantalla que si tienen la hoja delante. Hay que asegurarse que ningún participante previamente ha visto la imagen de la ilustración ordenada.

Dividiremos a las personas participantes en varios equipos de trabajo, y cada equipo, con la ayuda de una plantilla con cinco filas numeradas desde el número 1 hasta el número 5 y cinco columnas numeradas desde la letra A hasta la letra E, deberá averiguar qué casillas de la plantilla o rejilla (que en otros países también llaman grilla) han sido intercambiadas entre sí, uniendo con flechas dichas casillas que se han intercambiado, tratando de averiguar el plano sobre el que ha trabajado el facilitador para desordenar.

Para ello deberán diseñar una estrategia de trabajo en equipo, unir sus fuerzas y sus percepciones, encargarse cada cual de una fila o una columna, etc. El facilitador/a no dará instrucciones, pero prestará atención a cómo trabajan, y al final les dará una sencilla rúbrica de auto-evaluación grupal.